domingo, 15 de mayo de 2016

Remate de feria (del libro)

Publicado originalmente en Enter.co

Durante unos 30 minutos me dediqué a ver videos de Germán Garmendia, el youtuber chileno de cuya existencia –debo confesarlo– no tuve idea sino hasta que por culpa suya se agotaron las entradas para la Feria del Libro de Bogotá el 23 de abril.

Su participación en el evento causó tanto revuelo que me puse a ver sus videos para entender por mí mismo la pelea entre fanáticos y detractores que se formó en las redes sociales.

Y lo que encontré fue un personaje que tuvo la inteligencia de convertir en libretos exitosos lo que todo el mundo dice todos los días; lo que hizo Andrés López con su Pelota de Letras, aunque con un formato un poco más complejo en términos de edición, que ya pasados los 40 encuentro un poco desesperante. Pasados los 40 años, porque desesperante me pareció desde el primer video.

Pero también me pareció inofensivo, aunque en los videos que alcancé a ver encontré un par de frases un poco inadecuadas, como “si amas algo, viólalo; si vuelve a ti, es tuyo…”. Nada de lo que dice Garmendia me pareció particularmente útil (posiblemente otro efecto de sobrepasar las cuatro décadas de vida), aunque dejó escapar alguna reflexión interesante.

Sobre su participación en la Feria del Libro… bueno, escribió un libro, ¿no? Que sea bueno o malo parece no tener relevancia en un mundo en el que lo importante es que la gente haga clic, así lo haga sobre el más perverso de los contenidos.

No voy a negar que hasta ganas de comprar el libro me han dado, porque un título como ‘Chupa el perro’ sugiere un rato de diversión relajada, así sea completamente inútil. Pero después de ‘Los caballeros las prefieren brutas’ lo pienso dos veces antes de botar la plata para satisfacer mi curiosidad literaria.

Claro, no puedo dejar de pensar que la presencia de Garmendia en la feria tuvo más motivaciones comerciales que culturales. Pero que para la gente sea más atractivo verlo a él que a una Nobel de Literatura no es culpa de Corferias. Vivimos en un país donde el promedio de lectura no alcanza los dos libros al año, ¿recuerdan? Y estamos hablando de un personaje que tiene más de 27 millones de suscriptores en YouTube (la población de Venezuela o la de Perú sobrepasan por poco los 31 millones de habitantes).

Al final, ver el canal de Garmendia en YouTube fue un poco decepcionante, no por motivos técnicos, ni siquiera por sus contenidos, sino porque el alboroto de sus detractores me hizo pensar que allí me iba a encontrar al diablo, pero no fue así.

Lo que pienso es que quienes se rasgan las vestiduras porque un youtuber agotó las entradas para la Feria del Libro tal vez no tienen la visión comercial de Corferias ni la inteligencia que tuvo el chileno para convertir lo mismo de siempre en algo exitoso. 

Pero, sobre todo, no tienen la capacidad autocrítica para darse cuenta de que si los jóvenes prefieren ir a la feria a verlo a él y no a una Nobel de Literatura, es que algo viene mal desde las bases. Y las bases no las construyen los fanáticos de Garmendia, sino sus padres y los demás responsables de su educación.

Yo hubiera preferido criticar a Corferias por invitar a la Feria del Libro a un youtuber al que las personas no siguen porque prefieren leer.